Hoy en día, un cierto hálito de cultura ensimesmada, no dialéctica, aureola el cuadro lingüístico anglosajón, que, basado en el prestigio político de su lengua - y como antaño los griegos, que desde luego no rindieran ese servicio de mediación a una posteridad que tanto les admiró - deprecia lo otro, «lo no ellos». El hecho de que la mayor potencia lingüística del mundo - la antigua Commonwealth (exceptuda Canadá, obligada politicamente al bilingüismo) más Estados Unidos - tenga uno de los menores índices traductográficos del conjunto de naciones cultas alude a su escasa curiosidad cultural y explica, también, más de un comportamiento político con su entorno humano.
(...)la traducción (...) siempre será la visión de lo otro desde lo propio, desde la propia idiosincrasia y desde el propio idioma. Por eso, la tradución son las machadianas gafas con las que vemos lo otro; es el color que tiñe las realidades a las que lingüísticamente no podemos llegar de una manera directa.
Da Introdução (pp.16-18) de Miguel Ángel Vega à colectânea de que foi editor, em 2004, para a Ed. Cátedra (Linguística), intitulada Textos Clásicos de Teoría da la Traducción.
1 comentário:
Concordo com o amigo Miguel Ángel... em tudo.
( Acha que quem ler fica convencido que eu percebi o que ele disse? Fui convincente? ) ;-)
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